El cineasta independiente Sean Baker (Four Letter Words, Starlet) ha dejado a la audiencia del Festival de Cine de Sundance con la boca abierta durante la sesión de preguntas de Tangerine, su aplaudido nuevo largometraje, tras revelar que ha sido grabado por completo utilizando tres iPhone 5s.


La película, proyectada en una pantalla de 20 metros, tiene en efecto un aspecto digital pese al grano añadido durante la postproducción, pero a nadie se le había pasado por la cabeza que estaba realizada con un teléfono.

Tangerine trata acerca de una prostituta transexual que, acompañada por su mejor amiga, sale a la busca y captura de la chica (“pescado real” como la llama la protagonista en la película) con la que su novio la ha engañado. Una historia cruda y directa que sorprendentemente esconde una visión de la humanidad llena de esperanza, y que acaba de ser adquirida por Magnolia Pictures para su lanzamiento en cines a lo largo de 2015.

Como medio especializado en tecnología en general y Apple en particular, sería fácil olvidar que lo que hace destacable a Tangerine no es la herramienta con la que se ha grabado, sino el talento de sus realizadores y la fuerza del guión. Sin embargo, antes de pasar a la inevitable relación de accesorios y apps, sí que hay un detalle muy interesante destacado por Baker que explica la elección del iPhone 5s cuando pueden conseguirse resultados fácilmente superiores con una réflex digital del mismo precio.

Para el realizador, utilizar un teléfono no solo les permitió grabar con un equipo de gente y presupuestos muy contenidos, sino también pasar desapercibidos mientras filmaban en Santa Monica Boulevard, algo así como el barrio rojo de Beverly Hills, sin buscarse problemas con los clientes reales que acudían en busca de drogas o chicas.

El equipo de Tangerine pudo grabar también así, sin ningún permiso, en el metro o las líneas de transporte públicos de Los Ángeles, llegando el punto en que el conductor de un autobús llamó a la policía durante la grabación de una escena al pensar que se trataba de algo que estaba ocurriendo realmente.

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Ahora bien, pasando ya al apartado más técnico, ¿cómo consiguió Baker el look tan particular de Tangerine? Para empezar, la grabación se hizo con la app Filmic Pro, que otorga un gran control sobre la exposición, el enfoque y el balance de blancos; seguida del adaptador anamórfico de Moondog Labs para iPhone con el que es posible transformar la relación de aspecto nativa de 16:9 a 2.4:1, aún más panorámico. En algunas tomas también se utilizó una steadi-cam para estabilizar el movimiento.

Por último, mientras que normalmente lo primero que haces en postproducción para mejorar el aspecto de una grabación de este tipo de fuentes es desaturar el color, el equipo de Baker optó por justo lo contrario. “Realzamos los colores y pusimos la saturación por encima del techo. Tienes que entender que ese mundo y sus mujeres es tan colorido. Queríamos igualarlos.” La película ganó un dominante anaranjado que fue el que terminó inspirando su título.

Posteo tomado de APPLESFERA.